miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un colibrí diferente en Guayaquil

Encontré en Internet esta foto, a la cual se refieren como "El colibrí y San Francisco". Según el texto, la foto es de Arcadio Arosemena y también hallé que el colibrí es obra de Gonzalo Endara Crow.





Por favor, si alguien tiene alguna otra información respecto a este bello colibrí, la foto y/o el autor, le agradecería me la hiciera llegar, escribiendo un comentario o enviándome un correo electrónico a: vicaria1950@gmail.com. ¡Muchas gracias de antemano!

Zunzunes y la filatelia - Sao Tomé y Príncipe

Sao Tomé y Príncipe es una nación de habla portuguesa formada por dos islas que se encuentran en el Golfo de Guinea, en la costa atlántica de África. Me llamó muchísimo la atención que, no existiendo zunzunes allí, sin embargo, sí tengan sellos con zunzunes, aunque quiero que sepas que no es el único país que ha hecho esto. Comparto con ustedes los que encontré:






Los tres sellos que les presentamos son de una misma colección (1989.01 del 15 de octubre de 1989).


En este sello de 20 dobras (moneda nacional del país), vemos al colibrí topacio (Topaza pella) y al colibrí cometa (Sappho sparganura).





Este otro sello, también de 20 dobras, muestra a la coqueta adorable (Lophornis adorabilis) y al colibrí de Herrán (Chalcostigma herrani).







Este otro sello, del mismo valor facial (20 dobras), nos presenta al colibrí pardo (Colibri delphinae).


Y por último, esta hoja filatélica (1989.02 de la misma fecha, 15 de octubre de 1989), donde podemos apreciar al colibrí del chimborazo (Oreotrochilus chimborazo):

¿Zunzunes en cautiverio?

Como siempre había escuchado y leído lo difícil o casi imposible de mantener zunzunes en cautiverio, me cautivó esta noticia que deseo compartir con ustedes. La publicó Juan M. García en su blog "Desde Cuba" en febrero de este año 2008 y aquí la tienen:


TRES COLIBRÍES LOGRAN VIVIR EN CAUTIVERIO

Por Hugo García y Lis García Arango, estudiante de Periodismo
Fotos: Leticia Arango

En Alacranes, Unión de Reyes, Matanzas, tres colibríes rompieron el mito de su incapacidad de sobrevivir en cautiverio.Los dos pichones más pequeños son de un mismo nido, y al mayor, con su pico más largo y bastante emplumado como para irse a los montes cercanos, parece que no le interesa la vida silvestre y permanece en una casa de esta localidad matancera, sin asustarse en lo más mínimo ante nuestra presencia.

Las tres avecillas nos miraban como si toda la vida nos hubieran visto. Su insólita pequeñez y las vistosas plumillas de un color verdoso amarillento nos brindan un pajarillo singular, único, mágico...Jamás pensamos estar tan cerca de un colibrí, mucho menos de tres a la vez. Los hemos visto apenas a dos metros libando en las flores, o volando a velocidades “siderales”, pero nunca tan quietos, saboreando el almíbar con su larga lengua, cuidando de su plumaje, entrenando las alas para futuros vuelos.
— Es un reto, sentí que podía vencerlo y felizmente lo he logrado—, enfatiza Caridad Báez León, quien pone al descubierto su gesto de ternura y sensibilidad. Ella los protege en una jaula y cada vez que tienen hambre los saca y los alimenta con libertad. En este caso, podemos afirmar que se trata de un semicautiverio, hasta que definitivamente crezcan un poco más.
— Uno me lo trajo mi hijo, quien hacía guardia de noche. Él sintió un suave chiflidito, como si fuera un grillito, y al buscar vio un nido solo en una mata y recogió del piso un pichón desplumado, una bolita de carne. Lo trajo para la casa y no dijo nada, lo puso en una copita.
— Al amanecer sentimos el chillido y con mi nieto empezamos a buscar. Enseguida nos dimos cuenta que era un zunzún. Nos miramos y rápidamente hice un almíbar de azúcar, con agua y sabor a piña. Tenía mucha hambre y se alimentó sin reparos. Con el nido, lo pusimos dentro del vaso plástico de la olla arrocera y hasta lo llevaba para todos lados.
— Chichi le pusimos por nombre y es el más grande. Como a los 15 días estaba más emplumado, lo ponía al borde del vaso y lo tapaba con la mano por el frío de diciembre. Todos me decían que se moriría, pero yo me empeciné.
Una persona amiga, que sabía la historia de Chichi, encontró en su finca otros dos pichones abandonados en el suelo y se los trajo a Caridad, con la esperanza de que sobrevivieran, protegidos por las manos prodigiosas de esta mujer y de su familia.
— No están acostumbrados a volar, solo vuelan pequeños tramos. Siempre los llevo para el trabajo, hasta las cuatro de la tarde; cuando tienen hambre chiflan y con una paletica los alimento, sonríe.
—¿Qué piensa hacer?
—Todos en la casa les han tomado cariño, son como nuestras mascotas.
Caridad hace poco soltó a Chichi, el más emplumado: “Ya estás libre”, le dijo, y lo lanzó al aire:

— Increíblemente regresó en su vuelo hacia mi pecho, lo cuento y no lo creo. Se han acostumbrado a mi voz, a mi manera de alimentarlos, no te imaginas cuánto los extrañaré si se alejan.
— Los estoy enseñando a comer en una tapita plástica, para que identifiquen el alimento, y después pondré la tapita dentro de una flor para que aprendan a libar.
Las avecillas se dejan acariciar, sin asustarse. Tratan de subirse a los dedos, y las paticas diminutas no les permiten agarrarse ni del meñique. Ningún especialista los ha visto para determinar la especie, aunque por la pequeñez de dos de ellos pudiera pensarse que sean el llamado pájaro mosca o zunzuncito, que solo se localiza en la Península de Guanahacabibes, las Cuchillas del Toa y la Ciénaga de Zapata, esta última región colindante con el municipio de Unión de Reyes.

— Me hice el propósito de mantenerlos vivos y los quiero. Fíjate que hasta les he enseñado a comer de mi propia boca endulzada y los he protegido entre mis senos cuando los últimos frentes fríos.El almíbar, cuando está espesa, los empalaga; hay que diluírsela bien. El sol excesivo les molesta y se sofocan:

— Si se van, bueno, me entristecería y me alegraría por otra parte, aunque quisiera que se adaptaran a una jaula grande, dentro de un jardín, para que salgan y entren libremente.— Comen hasta las 7:30 de la noche y después duermen hasta el amanecer.

Un verdadero arte ese prodigio de Caridad:

— En el nido uno empujaba al otro y lo sacaba; sin embargo, logré que ambos se acotejaran.
Últimamente una pareja de colibríes adultos ronda por los arbustos del patio, libando flores. Mientras, Chichi y sus hermanos de crianza duermen separados por pocos centímetros, posados en una diminuta ramita. Los tres mueven las alas constantemente, a gran velocidad, como preparándose para también libar flores.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Los zunzunes y las artes (IV)

En el sitio web de Poesía Virtual encontré este cuento firmado por Cinnerea y aquí se los dejo para que lo disfruten.

El Colibrí y la Rosa

La tarde ha llegado, su color naranja impregna las paredes.
El Fresno y la Jacaranda murmuran sobre lo que el tiempo ha de mostrar al Colibrí y a la Rosa, en tan solo un breve tris.
-- La esperanza, la fe ha resurgido. La esencia pura del amor verdadero hidrata lentamente su ser.
Dicen: Que quizás, algún día--, pero es bien sabido que el QUIZÁS no existe, ¡FRASES HECHAS!...
Hoy no importan. Hoy... ¡Es hoy!, ¡El día más hermoso y sustancial de su existir! ¡Ya terminó la suspicacia, la incipiente reflexión que motiva la desdicha!...
Hoy se alegran las violetas, los geranios de casa, la Rosa que botón fue hoy se abre... ¡Mostrándose crédula!
El Colibrí, descubre en cada libación del néctar de la Rosa, ¡Que ella no es aquello que prejuzgo!
Duerme y medita tras saciar su hambre, no lleva prisa, solo es otra flor de la que podrá alimentarse.
Entre la brisa que llega a él, la Rosa murmura:
-- Mira, observa, siente, cree y vibra... recuerda esto que aquí hoy te digo: "Cuando tu sed este saciada, yo estaré aquí de una u otra forma, aquí... para colmarte de satisfacciones, que nos lleven a descifrar la diversidad entre mis hermanas. Sabes, no soy única, pero tengo una esencia ética, soy tangible, no efímera, tengo defectos, ALGUNAS ESPINAS ME PROTEGEN... y no soy inmortal. Podré dejar mi huella en ti, pero no podré volar contigo. Así que HOY, vivamos el día, tan intensamente como si fuera el ultimo."
El Colibrí escucha y cree, emprende su vuelo...
La suave brisa de sus alas acarician los pétalos de la Rosa.
Es un momento mágico el delgado muro del tiempo y la distancia que les separaba se hace trasparente.
¡Y donde antes solo habían encontrado lo trivial, descubren de pronto secretos y maravillas!


Y como obra de artes plásticas, traemos un cuadro de la pintora mexicana Frida Kahlo, Autorretrato con collar de espinas:



jueves, 4 de septiembre de 2008

Los zunzunes y las leyendas (II)

Leyenda peruana: La misión del colibrí (Recopilación: Enrique Melantoni).



Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas. Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua. El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra. Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.

Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían. En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse. Y dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba. Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis mágica.

Con las primeras luces del amanecer, agobiante por la falta de rocío, el pimpollo se desprendió del tallo, y en lugar de caer al suelo reseco salió volando, convertido en colibrí. Zumbando se dirigió a la cordillera. Pasó sobre la laguna de Wacracocha mirando sediento la superficie de las aguas, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus alas diminutas. Su destino era la cumbre del monte donde vivía el dios Waitapallana.

Waitapallana se encontraba contemplando el amanecer, cuando olió el perfume de la flor del qantu, su preferida, la que usaba para adornar sus trajes y sus fiestas. Pero no había ninguna planta a su alrededor. Sólo vio al pequeño y valiente colibrí, oliendo a qantu, que murió de agotamiento en sus manos luego de pedirle piedad para la tierra agostada. Waitapallana miró hacia abajo, y descubrió el daño que la sequía le estaba produciendo a la tierra de los quechuas. Dejó con ternura al colibrí sobre una piedra.

Triste, no pudo evitar que dos enormes lágrimas de cristal de roca brotaran de sus ojos y cayeran rodando montaña abajo. Todo el mundo se sacudió mientras caían, desprendiendo grandes trozos de montaña. Las lágrimas de Waitapallana fueron a caer en el lago Wacracocha, despertando a la serpiente Amarú. Allí, en el fondo del lago, descansaba su cabeza, mientras que su cuerpo imposible se enroscaba en torno a la cordillera por kilómetros y kilómetros. Alas tenía, que podían hacer sombra sobre el mundo. Cola de pez tenía, y escamas de todos los colores.
Cabeza llameante tenía, con unos ojos cristalinos y un hocico rojo.

El Amarú salió de su sueño de siglos desperezándose, y el mundo se sacudió. Elevó la cabeza sobre las aguas espumosas de la laguna y extendió las alas, cubriendo de sombras la tierra castigada. El brillo de sus ojos fue mayor que el sol. Su aliento fue una espesa niebla que cubrió los cerros. De su cola de pez se desprendió un copioso granizo. Al sacudir las alas empapadas hizo llover durante días. Y del reflejo de sus escamas multicolores surgió, anunciando la calma, el arco iris.

Luego volvió a enroscarse en los montes, hundió la luminosa cabeza en el lago, y volvió a dormirse. Pero la misión del colibrí había sido cumplida…

Los quechuas, aliviados, veían reverdecer su imperio, alimentado por la lluvia, mientras descubrían nuevos cursos de agua, allí donde las sacudidas de Amarú hendieron la tierra.
Y cuentan desde entonces, a quien quiera saber, que en las escamas del Amarú están escritas todas las cosas, todos los seres, sus vidas, sus realidades y sus sueños. Y nunca olvidan cómo una pequeña flor del desierto salvó al mundo de la sequía.

viernes, 22 de agosto de 2008

Los zunzunes y la numismática (I)

Dedicaremos esta primera parte a algunos billetes de Brasil que hemos encontrado en los que aparece alguien de mi numerosa familia:














jueves, 17 de julio de 2008

Piensa verde... actúa verde

Aprovecho para hacer un llamado ecológico, y esta frase que escuché en la televisión hispana me gustó mucho:


PIENSA VERDE... ACTÚA VERDE



Quisiera --más bien quisiéramos-- que no se quede en ser solo una frase, sino que en realidad todos la interioricen y actúen consecuentemente. De esa manera, entre otras cosas, no se seguirán extinguiendo especies y recuerda que la extinción es para siempre.

viernes, 11 de julio de 2008

Nosotros y el Origami (I)

El Origami es una técnica oriental de doblado de papel que tiene más de mil años. También se le conoce como papiroflexia, pero la verdad es que me gusta más el nombre que usan los japoneses, en donde ORI significa plegado y GAMI, papel, de ahí el ORIGAMI.


Para hacer cualquier tipo de figura a partir de esta técnica, se requiere un pedazo de papel cuadrado, al menos según el "origami clásico". Son varias las personas que han realizado figuras de zunzunes con la técnica del origami. Hoy te mostraremos un video en donde puedes aprender a crear uno de los zunzunes de origami que te tenemos preparado.

Así que busca un pedazo de papel cuadrado, no importa el tamaño, y a ver el video para seguir los pasos y ver qué hermoso queda un zunzún de papel realizado con esta maravillosa y milenaria técnica del origami.

domingo, 6 de julio de 2008

Los zunzunes y la filatelia - Ecuador

Ahora les mostraremos sellos que se han emitido en Ecuador, el país de los colibríes. Y si alguno de ustedes conoce de algún otro sello de esta región sobre nuestra familia y que no aparece aquí, les agradeceríamos nos lo hagan saber y si es posible, nos envíen la imagen del sello a: vicaria1950@gmail.com [Gracias de antemano].



Colibrí colilargo mayor (Lesbia victoriae), 1958.



Silfo celeste (Aglaiocercus coelestis), 1966.



Silfo de King (Aglaiocercus kingi), 1995.



Inca acollarado (Coeligena torquata), 1996.




Ermitaño picudo (Phaethornis longirostris), 1996.




Colibrí de raquetas (Ocreatus underwoodii), 1996.



Colibrí Estrella del Chimborazo (Oreotrochillus chimborazo), 1996.




Silfo celeste (Aglaiocercus coelestis), 1996.



Colibrí Estrella del Chimborazo (Oreotrochillus chimborazo), 2000.



Colibrí rutilante (Colibri coruscans), 2000.

Silvio Rodríguez y "Ala de colibrí"

Los zunzunes y las artes (III)

Hoy traemos un poema de José Martí (1853-1895), "Es verdad..." y una pintura del pintor cubano Juan Vicente Rodríguez Bonachea (1957), más conocido como Vicente Bonachea:

Es verdad...

Es verdad. Si la máscara discreta
Oculta su tormento al corazón:
Nadie sabe el abismo que el poeta
En los dinteles de la vida vio.
De verde fue, magnífico y sencillo-
A un suave amor su cuerpo sacudir,
Y tenderse, cruzado pajecillo,
Como en un nido fresco un colibrí.
De verle fue, con férvida elocuencia,
Ruiseñor vocinglero, arrebatar--
Y luego, junto al libro de la ciencia,
¡Perdonar, sonreír, aletear!
Fue la pública fama --su riqueza,
Un martirio celeste su blasón,
Y más que oro brillaba su pureza
A la luz de aquel sol que es más que sol.
Dicen que la malvada baila en fiestas
Y en calma escucha el sueno de Macbeth;
Dicen que rompe al son de las orquestas
Su corona primera de mujer:--
Crece a la par de la gentil doncella
El árbol puro del primer amor:
Pero, sépalo al fin la infame aquella:
La pureza no da más que una flor.
El pobre mozo, los heroicos labios
Pliega, como quien quiere sonreír--
Y en pie, volviendo a sus infolios sabios
¡Adiós! llorando dice al mes de Abril.

MIMETISMO

sábado, 5 de julio de 2008

Un colibrí y un corazón de mujer

4 de julio ... noche muerta ... pero un colibrí está de fiesta, su nido cuelga entre latidos de un corazón violeta...





viernes, 4 de julio de 2008

Los zunzunes y las leyendas (I)

Muchas culturas prehispánicas tienen leyendas en las que el colibrí está presente. La primera que les presentamos es de Guatemala y se titula EL REY COLIBRÍ, la cual tomamos del libro del mismo nombre. [Texto y adaptación de Argentina Palacios.]

Hace muchísimos años, en una de las ciudades mayas cuyo nombre ya se ha olvidado, vivía una vez un halac uinic (jefe) y como no tenía descendencia, su hermano menor, Chirumá, lo reemplazaría algún día. Pero al fin el halac uinic y su esposa tuvieron un día un varón que nació el día 13 del mes, un día de suerte para los mayas pues según ellos, los cielos eran 13.

Cuando nació el niño se vio otra señal; un hermoso colibrí se posó en la rama de un árbol frente a la casa del halac uinic, y no solo era el colibrí más vistoso y más grande que jamás habían visto, sino que nadie recordaba haber visto a un colibrí quieto durante tanto tiempo. El sacerdote dijo que aquello era un buen augurio y dijo: Los dioses han enviado un mensajero para decirnos que este niño será extraordinario, como ese colibrí.

Unos días después se hizo una ceremonia especial para ponerle nombre al niño y el sacerdote dio al jefe y a su esposa una pluma de color rojo vivo que había encontrado bajo la rama donde se posó el colibrí. La madre del niño entonces dijo: Se llamará Kukul, que significa "pluma hermosa". El sacerdote entonces añadió: Esta pluma lo protegerá siempre y cuando la lleve consigo.

Todos estaban alegres en la ceremonia, excepto Chirumá pues con el nacimiento de ese niño, ya él no llegaría a ser halac uinic.

Pasó el tiempo, Kukul creció y se convirtió en un joven apuesto, inteligente, de cabellos negros como el azabache y piel color canela. Aprendió mucho con su padre sobre los astros y también aprendió el arte de la guerra. Llegó el momento en que Kukul debía tomar su puesto entre todos los hombres y como una tribu peleaba contra los suyos, Kukul y Chirumá se fueron a la guerra con todos los demás. Ni una lanza ni una sola flecha de las tantas que volaban alcanzaba a Kukul, y este luchaba valientemente.

Chirumá pensó que seguramente los dioses estaban protegiendo a Kukul. En una ocasión en que una flecha iba directa hacia Chirumá, Kukul se interpuso como escudo entre su tía y la flecha, y esta cayó al suelo sin hacer daño a nadie. Los enemigos huyeron espantados. Chirumá entonces decidió averiguar pues pensó que Kukul tenía algún amuleto.

Cuando esa noche Kukul dormía en su estera Chirumá buscó por todas partes hasta que encontró la larga pluma roja y se la llevó. Cuando Kukul se despertó, notó que faltaba la pluma y ni siquiera podía recordar las palabras del sacerdote cuando él nació. Kukul no lo sabía, pero había perdido el amuleto y por lo tanto, toda la protección que este le brindaba.

El halac uinic pasó a la otra vida y los sacerdotes se reunieron para elegir a un nuevo jefe. Chirumá trató de convencer a uno de ellos que lo apoyara, pero los demás votaron por Kukul, por lo que fue elegido halac uinic. Durante el gobierno de Kukul los pueblos estuvieron en paz y se obtenían muy buenas cosechas gracias a que Kukul, estudiando los astros, les decía a todos cuándo sembrar y cuándo recoger. Todos querían mucho a Kukul, excepto claro está, Chirumá.

Un día, estando Kukul de cacería, se le apareció un extraordinario colibrí, más grande que cualquier otro y revoloteando alrededor de Kukul le dijo estas palabras: Yo soy tu guardián, Kukul, y me toca prevenirte... cuídate porque la muerte te anda rondando... cuídate de un hombre ... de alguien muy allegado a ti. Ten cuidado, Kukul, y desapareció.

Kukul siguió andando por el monte, en un momento oyó un susurro, aprestó su flecha pero no vio nada. Pero unos pasos después ... zzzz... una flecha se le clavó en el pecho. A pesar del dolor, logró sacarse la flecha y fue al río a lavarse la herida. Pero comenzaron a faltarle las fuerzas y el pecho se le puso rojo escarlata, como la sangre. De momento, todo era oscuridad para Kukul y cayó en la yerba verde como la esmeralda donde murió, solo y traicionado.

Fue entonces cuando sucedió algo extraordinario, poco a poco todo su cuerpo se volvió del color de la yerba, excepto el pecho, que quedó rojo escarlata, la piel se le convirtió en plumas y el cabello en una hermosa cresta. Chirumá salió de la espesura, y en ese momento los brazos de Kukul ya se habían transformado en alas, así que todo lo que vio Chirumá fue un pájaro verde resplandesciente con el pecho escarlata y una enorme cola que volaba hacia las alturas.

Todo el pueblo estuvo de duelo por la pérdida de Kukul y días después, eligieron a Chirumá como el nuevo halac uinic, pero como soberano, fue cruel y belicoso. Los enemigos atacaron la ciudad y tomaron prisionero a Chirumá.


Hoy un hermosísimo pájaro verde con pecho escarlata, una enorme cola y una espléndida cresta, se posa en las ramas más altas de las selvas, mirándolo todo, atento al susurro de las hojas. Los antiguos mayas llamaron a este pájaro kukul, hoy lo conocemos como un símbolo de libertad, el quetzal, ave nacional de Guatemala.

Maravillas de la miniaturización

Ya te he hablado de lo pequeño que somos y lo poco que pesamos. Estamos entre los más pequeños de los animales de sangre caliente y que tienen columna vertebral. Verás en la foto a un colibrí garganta rayada (Stellula calliope) y te explicaré un poco más acerca de las características de nuestros cuerpos, adaptaciones para la vida que llevamos que es de un alto consumo de energía.

Comenzaremos de izquierda a derecha y por la parte superior de la foto para al llegar al extremo derecho, ir por la parte inferior de la foto hacia la izquierda:

- Las alas son capaces de ejecutar tanto aleteos hacia adelante o hacia detrás, permitiendo que podamos mantenernos inmóviles en el aire, que nos movamos en cualquier dirección.

- Nuestros ojos ven los colores incluso en el rango de la luz ultravioleta y percibimos la profundidad al ver, lo cual necesitamos para movernos rápida y de forma precisa a través del espacio tridimensional.

- Tenemos un cerebro relativamente grande que está densamente "relleno" de células nerviosas y tiene grandes áreas dedicadas al aprendizaje y a la memoria.

- Nuestros picos largos llegan bien adentro de las flores buscando el néctar y trabajan también como si fueran unas pinzas finas para atrapar insectos pequeñísimos de las hojas.


- La lengua está bifurcada y tiene una ranura, pudiendo extenderse para de forma rápida obtener el néctar de las flores.
- Los machos de muchísimas especies utilizan la garganta iridiscente como una señal en el cortejo y también en disputas territoriales contra otros machos.

- El corazón es más grande en proporción con el tamaño del cuerpo que en cualquier otro animal de sangre caliente y puede bombear el oxígeno a los músculos que usamos durante el vuelo a más de 1000 latidos por minuto.

- Las pequeñas patas las usamos para posarnos, para acicalar las plumas que están lejos del pico y como armas en combates por el territorio.

- Nuestras colas actúan como un freno para paradas rápidas en el aire y se abre como abanico en los cortejos y luchas territoriales.

- Los músculos que usamos durante el vuelo representan del 25 al 30% de todo nuestro peso, comparado con el 15-25% en otras aves de vuelo fuerte.

jueves, 3 de julio de 2008

Wangari Maathai y el colibrí africano




Seguramente te resultará extraño que en el título diga "colibrí africano" cuando te he dicho que solo vivimos en el Nuevo Mundo. Comenzaré por decirte que Wangari Maathai es una kenyana que recibió en el año 2004 el Premio Nobel de la Paz por su defensa del medioambiente, fundamentalmente por llevar a cabo su idea del Movimiento del Cinturón Verde, por el cual se lograron sembrar unos 30 millones de árboles.


En el año 2006 en Canadá se celebró una Conferencia Internacional de la Asociación Internacional de Educadores y Wangari Maathai casi al final de su intervención en la apertura del evento, dijo: "Y para finalizar, ahora les contaré la historia del colibrí." Ahora soy yo quien te va a contar esa historia.

El incendio se había esparcido sin tregua. Las llamas convergían hacia los árboles transformándolos de súbito en espigas mortales de humo. Los animales del bosque huían en desbandada, buscando refugio inútilmente en las quebradas y los charcos. Muchos perdían la vida incinerados; otros, favorecidos por la suerte y la astucia, lograban escapar de la catástrofe.

De repente, los animales silvestres observaron que encima de ellos y en dirección contraria volaba un colibrí. "¡Qué raro es ésto!", comentaron. "Nosotros estamos haciendo todo lo posible por escaparnos de este endemoniado incendio y ese diminuto pájaro va en busca de las llamas. ¿Qué le pasa?"

"¡Es un disparate! ¡Está loco!," dijeron unos. "No hay duda: a ese pobre se le han pelado los cables." Pero la realidad era que los animales se sentían frustrados y no sabían qué hacer más que darse a la fuga ante el arrasador avance del incendio.

El colibrí voló hasta la parte del cielo desde donde podía observar el corazón del incendio. Desde esas alturas, el pájaro bajó el pico y cuidadosamente dejó caer una pequeña gota de agua.

El colibrí iba y venía, cada vez dejando caer una gota de agua sobre el incendio. Los animales del bosque, al fin, le preguntaron: "Oye, ¿y tú qué crees que estás haciendo?"

Jadeante, el colibrí, se posó sobre la rama de un árbol y respondió: "Estoy haciendo todo lo que está en mi poder."

¡Qué lección más linda la de este colibrí! A veces creemos que somos muy pequeños y que no podemos hacer nada para solucionar algún problema, pero nunca somos muy pequeños, siempre, haciendo todo lo que está en nuestro poder, aunque nos parezca que no es mucho, es al menos lo suficiente para servir de ejemplo, y si todos y cada uno de nosotros hace ese "poquito", lograremos hacer mucho.

Nosotros, los zunzunes caribeños

Ya conoces a los que vivimos en Cuba: el llamado colibrí garganta rubí o gorgirrubí (Archilochus colubris), el que le decimos los cubanos zunzún y que también le llaman esmeralda zunzún (Chlorostilbon ricordii) y yo, el zunzuncito (Mellisuga helenae). Pero ahora quiero que te enteres cuáles son los otros zunzunes caribeños:








Por casi todo el Caribe vive el llamado colibrí caribeño gorgimorado (Eulampis jugularis).












En las Bahamas encontramos al colibrí de las Bahamas (Calliphlox evelynae), es muy común allí y se caracteriza por la garganta violeta rojiza.



En La Española, la isla que conforman Haití y la República Dominicana, puedes encontrar al mango antillano (Anthracothorax dominicus) y a la llamada esmeralda de La Española (Chlorostilbon swainsonii).
























También en esa isla vive el colibrí zumbadorcito (Mellisuga minima) a quien también encontramos en Jamaica. Este pequeñín en realidad es el más cercano a mí en parentesco, somos del mismo género Mellisuga.










En Jamaica además viven el mango jamaicano (Anthracothorax mango) y el ave doctor (Trochilus polytmus), que ya te hemos mencionado.











En Puerto Rico tenemos al mango portorriqueño (Anthracothocax viridis),


















a la esmeralda portorriqueña (Chlorostilbon maugaues) y









al zumbador pechiazul (Sericotes holosericeus), que también vive en Islas Vírgenes y en las Antillas Menores.











También en las Antillas Menores encontramos al colibrí crestado (Orthorhyncus cristatus), caracterizado por su cresta verde o verde y azul.





Particularmente en Dominica y Martinica viven el colibrí bicolor (Cyanophaia bicolor) y el mango pechiverde (Anthracothorax prevostii),






















mientras que en Granada vive el colibrí pecho canela (Glaucis hirsuta).